miércoles, 22 de octubre de 2014
Capítulo 2. Resumen
Ya estaban en el Golfo de México y la mayor parte de la tripulación tenían la misma sensación, el mareo. Estaban dudando si llegarían bien a tierra. El baile comenzó a las diez de la noche; lo peor era salir a la borda de guardia. A la once y media de la noche comenzó el barco a inclinarse peligrosamente a estribor y lo que hicieron fue ponerse a babor. Ya estaban todos nerviosos, pensaban que avisarían para cortar las amarras de la carga, por la cual se estaba hundiendo el barco. Unas inmensas olas les bañaban. Todos los que estaban en cubierta cayeron de repente al agua. Ellos no se dieron cuenta hasta que no se vieron en el agua.
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No copien del libro no sean bagos hagan un verdadero resumen
ResponderEliminarHola :)
EliminarMmmmm no
Eliminarse escribe vagos :)))
Eliminarnaaaaa gracias sorrryyyyyy
Eliminarxd
Eliminar:V
Eliminardime como llegaste aqui si vas a hacer un "verdadero resumen"
Eliminarhola pts
Eliminarqu anda brrrrros owo
EliminarNo quiero
EliminarEmmmm.....
ResponderEliminarque ablan owo
EliminarMmmmmmmmm no
ResponderEliminarMmmmmmmmmm nel
ResponderEliminarMuy buen analisis
ResponderEliminarH
ResponderEliminaryes eso se escribe vagos porque si escribís bagos esta mal escrito y mal dicho
ResponderEliminarpregunta en donde sale este fragmento y en que página y en que capítulo.
ResponderEliminarCon la cabeza apoyada en las manos oía el suave batir del agua contra el muelle, y la
respiración tranquila de los cuarenta marinos que dormían en el mismo salón. Debajo de mi
litera, el marinero primero Luis Rengifo roncaba como un trombón. No sé qué soñaba, pero
seguramente no habría podido dormir tan tranquilo si hubiera sabido que ocho días después
estaría muerto en el fondo del mar. La inquietud me duró toda la semana. El día del viaje se
aproximaba con alarmante rapidez y yo trataba de infundirme seguridad en la conversación con
mis compañeros.
El A.R.C. "Caldas" estaba listo para partir. Durante esos días se hablaba con más insistencia de
nuestras familias, de Colombia y de nuestros proyectos para el regreso. Poco a poco se iba
cargando el buque con regalos que traíamos a nuestras casas: radios, neveras, lavadoras y
estufas, especialmente.
Yo traía una radio. Ante la proximidad de la fecha de partida, sin poder deshacerme de mis
preocupaciones, tomé una determinación: tan pronto como llegara a Cartagena abandonaría la
marina.
Gracias
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